Información: http://www.lavanguardia.com
No hay maletas que facturar, ni viajeros, ni vuelos regulares y, sin embargo, Aena mantiene en el aeropuerto de Huesca a una veinte personas, a los que se añaden una docena más de la empresa subcontratada para seguridad y limpieza. Es casi un aeropuerto fantasma que está prácticamente sin funcionamiento, tanto, que el pasado mes de julio sólo quince viajeros pasaron por él, según las últimas estadísticas oficiales de aeropuertos españoles.
No hay maletas que facturar, ni viajeros, ni vuelos regulares y, sin embargo, Aena mantiene en el aeropuerto de Huesca a una veinte personas, a los que se añaden una docena más de la empresa subcontratada para seguridad y limpieza. Es casi un aeropuerto fantasma que está prácticamente sin funcionamiento, tanto, que el pasado mes de julio sólo quince viajeros pasaron por él, según las últimas estadísticas oficiales de aeropuertos españoles.
La situación se ha ido desinflando paulatinamente y ahora ya no hay trabajo. Desde que el pasado abril la principal compañía que operaba en las instalaciones, Pyrenair, cancelase todos sus vuelos la afluencia se ha ido reduciendo hasta contabilizarse con cuentagotas. Esta compañía estaba especializada en ofrecer paquetes turísticos con vuelo y acceso a las estaciones de esquí aragonesas, pero desde que no opera en la terminal esta solo se utiliza por aviones privados o por aerotaxis ya que no hay vuelos regulares. Pyrenair asegura que en la próxima temporada invernal volverá a tener vuelos pero mantener un aeropuerto que solo tenga actividad en invierno es complicado.
Pese a la manifiesta escasa rentabilidad del aeropuerto, que fue inaugurado hace cuatro años y que costó 40 millones de euros, Aena está decidida a mantener al personal del aeropuerto por el momento aunque el número de operaciones sea mínimo y, como en el citado mes de julio, el personal aeroportuario supere al número total de viajeros.
Para intentar mantener alguna actividad el Gobierno de Aragón ha gastado mucho dinero apoyando a Pyrenair a través de la sociedad Aramón —el 50% es del Ejecutivo autónomo— con un vuelo semanal que ha estado contratando en la ruta Londres-Huesca.
Para tratar de captar actividad para este aeropuerto se ha creado en los últimos meses una sociedad promotora que establezca un comité de rutas viables en el aeropuerto, de nuevo con la participación activa del Gobierno aragonés y con el coste añadido que supone para el contribuyente.
El futuro de la infraestructura sigue, de momento, en el aire y el horizonte de las elecciones en mayo, en las que el actual Gobierno de Aragón PSOE-PAR está en tiempo de descuento, no ayudan a tomar una decisión rápida para resolver esta situación que sangra las arcas del consistorio mes tras mes.
Fuente: http://www.lavanguardia.com