Más del 60% de los parados búlgaros y rumanos de la UE está en España

De los 2,9 millones de rumanos y búlgaros que residen en el resto de países de la Unión Europea, más del 70% de ellos viven en España e Italia. Por ello, España es el Estado miembro con más parados de esta comunidad, un 60% del total de Europa.

La Comisión Europea ha elaborado un informe sobre el impacto de las restricciones laborales para rumanos y búlgaros que todavía se mantienen en una decena de Estados miembros y que sólo podrán mantenerse como muy tarde hasta el 31 de diciembre de 2013.

España fue el país más beneficiado por el trabajo de rumanos y búlgaros antes de la crisis: aportaron un crecimiento del 1,7% al Producto Interior Bruto entre 2004 y 2009, frente al 0,3% de media de los Veintisiete.

Sin embargo, la crisis ha golpeado duramente a estos colectivos. El segundo país con más parados de ambas nacionalidades es Italia, donde se concentra un 23% de los desempleados.

En términos generales, los trabajadores de ambas nacionalidades ha tenido un "impacto positivo" para el conjunto de países de la UE a la hora de cubrir puestos de trabajo vacantes en sectores como la construcción, servicios domésticos y de alimentación y su incorporación al mercado laboral de otros Estados miembros no ha tenido "un impacto significativo" negativo en los salarios de los trabajadores nacionales, según el documento.

El Gobierno español decidió reintroducir las restricciones laborales exigiendo un permiso de trabajo a los rumanos que quieran venir a trabajar por cuenta ajena para "vincular su flujo de entrada" "a las necesidades" del mercado de trabajo español y "evitar que estas personas caigan en la economía sumergida y sean víctimas de abusos y explotación laboral".

Bajada mínima de los sueldos

Los salarios de los trabajadores nacionales de los antiguos Estados miembros se ha reducido apenas un 0,28% por la incorporación de trabajadores rumanos y búlgaros, un porcentaje que en el caso de los dos países principales de destino de estos trabajadores en los últimos años, España e Italia, se eleva hasta el 0,7%.

Bruselas asegura además que los trabajadores de ambas nacionalidades han tenido "un papel muy menor en la crisis del mercado laboral" tras constatar su "creciente dificultad" para encontrar trabajo en otros Estados miembros.

El Ejecutivo comunitario constata además en su informe que las restricciones laborales han tenido "un efecto limitado" en los niveles de llegada de rumanos y búlgaros porque su elección está más influida por otros factores como el nivel de demanda laboral y el conocimiento del idioma, al contrario, advierte de sus "efectos negativos potenciales" como el aumento del trabajo sumergido.

El comisario de Empleo y Asuntos Sociales, Lazslo Andor, ha instado a los Estados miembros que todavía mantienen restricciones a levantarlas apelando a "las oportunidades y beneficios económicos reales" por ambos lados. "Restringir la libertad de movimiento de los trabajadores en Europa no es la respuesta al elevado desempleo. Lo que necesitamos hacer es centrarnos en esfuerzos que creen nuevas oportunidades de empleo", ha insistido.

Diez Estados miembros mantienen las restricciones laborales para rumanos y búlgaros todavía: Alemania, Bélgica, Irlanda, Francia, Italia, Malta, Países Bajos, Austria, Luxemburgo y Reino Unido, que sólo podrán mantenerlas si justifican "perturbaciones serias" para su mercado laboral y se lo notifican a Bruselas antes del 31 de diciembre de este año. En todo caso, las restricciones laborales se terminarán por ley como muy tarde el 31 de diciembre de 2013, en virtud de los Tratados de Adhesión negociados con Sofía y Bucarest.



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