Crece el boicot a la telebasura: ¿es posible otra televisión?

La Noria continúa sufriendo un severo correctivo donde le duele: en la publicidad. Aumenta el grupo de marcas que han retirado sine die sus anuncios, tras la entrevista a la madre de El Cuco, condenado como encubridor en el asesinato de Marta del Castillo. Y sin publicidad no hay Noria, ni Sálvame, ni Deluxe, ni telebasura.

Patética ha sido, el último sábado, la justificación de Jordi González, erigido en guardián de las libertades democráticas, ante la huida de los anunciantes.

Este programa, que semana tras semana ofrece una imagen distorsionada de la realidad social, cuenta con tertulianos como Enric Sopena, Pilar Rahola o María Antonia Iglesias, entre otros, cómplices de un espectáculo en el que los vicios públicos y privados se exponen sin escrúpulos.

Entre todos contribuyen a debilitar los fundamentos de la vida democrática, los valores éticos y culturales y la dignidad personal. Y lo peor, por afán de lucro.

La cadena de Berlusconi tiene el dudoso honor de ser la primera en acumular, desde 2008 hasta hoy, más de 2 millones de euros en indeminizaciones al haber sido condenada por trasgredir el derecho a la intimidad y al honor, además de mentir, dañar la imagen, vejar y humillar a las personas.

La cadena de Berlusconi y su buque insignia, Sálvame, también ocupan el primer puesto en número de denuncias y reclamaciones de distintas asociaciones por emitir escenas violentas y procaces y utilizar lenguaje soez, y multitud de quejas por malas prácticas periodísticas

La televisión tiene tal capacidad de seducción que ha convertido la violencia y el crimen en entretenimiento y negocio. Para más inri, el marketing en la producción audiovisual es un cáncer en los contenidos de los programas, que, por otra parte, no dejan de ser culturales por mucha bazofia que se incluya en ellos. Si a eso se le añade que la caja tonta tiene un valor ejemplarizante, la aportación de Telecinco al bien común es menos que cero.

Todo ello sucede porque la televisión, lamentablemente, ha escapado a cualquier tipo de control de la sociedad que la mantiene y a la que se dirige.

Aunque poco, algo se mueve contra la telebasura. En una reunión de la Asociación Española de Anunciantes, el consejero delegado de La Sexta, José Miguel Contreras, pidió a los anunciantes un boicot a los programas con contenido deleznables.

La directora de cine y televisión, Josefina Molina, próximo Goya 2012, alerta sobre la deriva de la televisión. "Es urgentísimo regenerar la televisión porque atenta contra la salud mental de los españoles(...) Necesitamos una televisión que respete los valores de la Constitución (...) Esta televisión es tóxica para niños, adolescentes y adultos, y creo que la sociedad lo pagará caro".

AVISO. A quienes me critican porque veo y escribo sobre la telebasura de todas las telebasuras, tres aclaraciones:

- Tengo la costumbre de opinar y juzgar sobre lo que conozco, y no de oídas. Es un requisito de decencia intelectual básica.

- Me parece legítimo y saludable luchar sin cuartel contra los atentados a la inteligencia, la ética, la estética y la convivencia que perpetra Telecinco más que otras cadenas.

- Me parece legítimo y saludable estimular la sensibilidad contra la telebasura. Por eso aplaudo la iniciativa del bloguero Pablo Herreros, que ha conseguido que un puñado de marcas comerciales retiren su publicidad de La Noria, paradigma de amarillismo y demagogia de baja estofa.

Por todo lo anterior seguiré viendo y escribiendo sobre/contra Telebasura5 o Tele5basura.

Lola Canales.

Fuente: terra.es

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