Un B737-800 de Ryanair, con casi 200 personas a bordo, tuvo que regresar el pasado 29 de septiembre al aeropuerto de Stansted porque se desprendió parte de la cinta adhesiva con la que la compañía de bajo coste había sellado una de las ventanillas frontales del avión, provocando un gran ruido dentro del aparato.
Según la Autoridad de la Aviación Irlandesa, país de bandera de la aerolínea, "la seguridad de los pasajeros no fue amenazada en ningún momento", informa ’The Daily Mail’.
Por su parte, un portavoz de la compañía dirigida por Michael 0’Leary declinó hacer comentarios de "asuntos técnicos rutinarios" porque todos los vuelos de Ryanair cumplen con las medidas de seguridad establecidas.
"Tras unos 20 minutos de vuelo, el piloto habló por el altavoz y dijo que había un problema con la ventanilla -que había resultado dañado en un vuelo anterior- y que teníamos que volver a Stansted", afirma Anthony Neal, uno de los pasajeros que viajaba a Riga, Letonia.
La aerolínea tardó dos horas en encontrar otro avión para realizar el viaje.
Un caso similar ocurrió en 2010. Un B737-700 de la aerolínea china Kunming voló con un ala cubierta con una cinta de aluminio. Según expertos del sector consultados por el ’Diario del Pueblo’ oficial, aunque esta medida fue "inusual", no supuso a priori ningún peligro para los pasajeros.
Fuente: http://www.elmundo.es/