La empresa Pegasus Global Holdings, planea construir en Nuevo México una ciudad fantasma, una especie de laboratorio experimental del tamaño de una población pequeña.
El estado sede de varias de las principales instituciones científicas, nucleares y militares de Estados Unidos, tiene un modelo de metrópolis de 52 kilómetros cuadrados de superficie que será utilizada para probar de todo, desde innovaciones de energía renovable hasta sistemas inteligentes de control de tráfico, redes inalámbricas de siguiente generación y sistemas de seguridad para redes eléctricas inteligentes.
Aunque nadie vivirá allí, la ciudad réplica será modelada a semejanza de un típico poblado estadounidense de 35 mil residentes, completo con carreteras, casas y edificios comerciales, nuevos y viejos.